Los habitantes de Los Ángeles no son los únicos afectados por los voraces incendios; la fauna también se ha visto afectada. Por ello, decenas de voluntarios intentan rescatar del fuego a los animales, que son llevados a albergues en espera de que sus propietarios puedan ir por ellos. Animales grandes y pequeños, todos reciben tratamiento para las quemaduras, así como refugio, mientras los rescatistas piden que se hagan más donaciones.