En Estados Unidos, el Servicio Meteorológico Nacional emitió una advertencia de una situación especialmente peligrosa en zonas de Los Ángeles ante la reintensificación de los vientos en terreno seco. Los incendios forestales ya se cobraron la vida de al menos 24 personas, obligó a evacuar a 92.000 y quemó áreas equivalentes a la capital, Washington D. C.