Sin causar mayor sorpresa, Israel anunció que el proceso de retirada gradual de sus tropas del sur del Líbano «continuará» más allá del plazo de 60 días previstos en el acuerdo de alto el fuego, que concluye este domingo. El Gobierno de Benjamin Netanyahu, que alega que el Líbano no ha cumplido «plenamente» sus compromisos, llamó, además, a miles de libaneses desplazados a no regresar a las aldeas cercanas a la frontera.