A pesar de ser el mayor productor de gas y petróleo, Donald Trump declaró el estado de emergencia energética nacional en Estados Unidos, asegurando que van a aumentar las perforaciones. El mandatario entrante dejó clara su intención de incrementar la producción de crudo, a pesar de las advertencias de los científicos del impacto de los combustibles fósiles en el medio ambiente y el calentamiento global.