Una semana antes de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, el presidente estadounidense Joe Biden dio un discurso de despedida en el Departamento de Estado, en el que defendió la política exterior de su Administración. El mandatario subrayó los logros de su Gobierno, según él, para debilitar a Irán y Rusia en el marco de los conflictos en curso en Medio Oriente y Ucrania.