Los partidarios del destituido presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, se enfrentaron este 2 de enero a un convoy de la Policía de Seúl, cerca de la residencia presidencial, donde el líder sigue atrincherado, en su intento por impedir su arresto. Yoon, que encara una orden de detención por su efímera imposición de la ley marcial el pasado diciembre, aseguró que “luchará hasta el final” en medio de la agitación política que sacude al país. Otros manifestantes exigen su captura.