Desde el 1 de enero, entró en rigor la norma que prohíbe fumar en espacios públicos de Milán como un esfuerzo por mejorar la salud pública y la calidad general del aire. A partir de 2025, aquellos que quieran fumar deberán estar en espacios aislados a al menos 10 metros de otras personas o dirigirse a los lugares permitidos. Para los no fumadores, se trata de una medida muy «adecuada y razonable», pero para aquellos que consumen cigarrillos normales y electrónicos se trata de algo exagerado.