A partir de este 28 de diciembre, todos los cargadores que se elaboren y comercialicen en la Unión Europea (UE) deberán ser USB del tipo C, y serán compatibles con todos los dispositivos móviles (celulares, consolas, tabletas, cámaras digitales, audífonos y altoparlantes), en cumplimiento de una disposición para la que los fabricantes han tenido dos años para ajustarse. Hasta este sábado, todos los Estados miembros de la UE tenían plazo para aplicar la directiva que obliga a ese cambio.