India atacó el miércoles 7 de mayo a Pakistán y la Cachemira pakistaní, causando al menos muertos, según Islamabad. El Gobierno pakistaní calificó el asalto como un «flagrante acto de guerra» y prometió una «respuesta contundente». Se trata del punto de máxima tensión en más de dos décadas entre estos vecinos y enemigos con armas nucleares.
