Tras la anulación de la primera vuelta de las presidenciales, Rumania regresa a las urnas. La extrema derecha vuelve a liderar la intención de voto tras, luego de pasada victoria del candidato independiente Calin Georgescu, pero no podrá participar en estos nuevos comicios tras ser acusado por el Tribunal Superior de violaciones electorales, acusaciones que rechaza Georgescu y que cataloga de un «golpe de Estado».
