
Argentina firmó un nuevo acuerdo con el FMI, con apoyo del BID y el Banco Mundial, para fortalecer reservas y estabilizar el peso. El gobierno de Javier Milei impulsa reformas que incluyen el fin de los controles de capital y un tipo de cambio flotante. Aunque el FMI respalda el plan, hay críticas por posibles efectos inflacionarios y dudas sobre su eficacia. La medida reaviva el debate sobre la relación histórica del país con el organismo.