
El expresidente brasileño, Jair Bolsonaro, internado en Natal, solicitó ser trasladado a Brasilia para estar cerca de su familia. Su estado no es crítico, pero sigue en tratamiento por dolores derivados del atentado que sufrió en 2018. Además, enfrenta un proceso judicial por intento de golpe de Estado, con posibles consecuencias graves si es hallado culpable. Su familia lo acompaña durante la recuperación.