
Francia marcha dividida en torno a la condena por malversación de fondos de la líder de la extrema derecha, Marine Le Pen. Mientras sus partidarios salieron a apoyarla, la izquierda se reunió para refutar las manifestaciones. Le Pen aseguró que su condena ‘no es una decisión judicial, sino política’. El partido centrista Renacimiento también celebró su propio acto en la periferia de París.