
Camboya, que alguna vez fue uno de los países más minados del mundo debido a las operaciones estadounidenses durante la guerra de Vietnam y una posterior guerra civil, se ha convertido en un líder mundial en remoción de minas. Los militares y cascos azules camboyanos comparten su conocimiento y experiencia con otros países víctimas de la violencia o la guerra, como Chipre, Mozambique y Ucrania.