
Desde el primer día en la oficina oval, el presidente Donald Trump, encausó sus intereses por Groenlandia. Desde ese momento, la relevancia geopolítica de la isla ahora se discute abiertamente por líderes mundiales por la riqueza en minerales del territorio. Con depósitos de petróleo y gas, y las famosas tierras raras, son mótivos de Washington para apuntar al ártico.