
El mediocampista de 27 años del West Ham está siendo sometido a juicio por la FA, la entidad que rige el fútbol inglés, por supuestamente haberse ganado deliberadamente tarjetas amarillas para beneficiar apuestas. El deportista niega las acusaciones, pero las implicaciones de su caso podrían llegar mucho más allá, y salpicar incluso a familiares suyos y a otro jugador de la selección brasileña, Luiz Henrique.