En medio de la tensión política tras la cancelación de la primera vuelta de elecciones presidenciales, los partidos proeuropeos acuerdan formar un gobierno de coalición, que aísle a la extrema derecha y potencialmente apoye a un candidato único para la repetición de los comicios. Entretanto, el candidato que se impuso en los comicios anulados, Calin Georgescu, alertó que «si la democracia rumana cae, todo el sistema democrático mundial está en peligro».