El asesinato del director de UnitedHealthcare (UHC), una de las aseguradoras médicas más poderosas de Estados Unidos, no solo desató el rechazo ciudadano, sino también una serie de críticas, sátiras e incluso bromas en las redes sociales sobre el sistema de salud. Analistas apuntan a que el crimen ha dejado al descubierto nuevamente la rabia popular frente al negocio de la salud estadounidense.