
Las manifestaciones de pensionados en Buenos Aires fueron el centro de atención nacional y regional el 12 de marzo. Pablo Grillo era uno de los periodistas que se encontraban en la plaza del Congreso argentino, cuando un cartucho de gas lacrimógeno lanzado por la Policía le impactó la cabeza. El comunicador se encuentra grave en el hospital. Mientras, el Gobierno ha justificado el ataque, desatando una ola de indignación entre la prensa.