A lo largo de 13 años de guerra, los civiles sirios fueron las principales víctimas del fuego cruzado. Además de los cientos de miles de muertos, desplazados y refugiados, los ciudadanos han sufrido separaciones familiares y un deterioro profundo de los servicios más esenciales. El 40% de las necesidades médicas dejaron de funcionar, millones no tienen acceso al agua y al saneamiento, y más de dos millones de niños no pueden ir a la escuela.