Tras la caída del Gobierno sirio de Bashar al-Assad, el presidente de Estados Unidos Joe Biden, aseguró que trabajará junto a sus aliados en ese país para minimizar las posibilidades de un peligro más grande. Asimismo, apuntó contra los rebeldes que tomaron Damasco y dijo que evaluará cómo realizan la transición del poder, ya que, según Biden, muchos de estos tienen un gran historial de terrorismo y violaciones a los derechos humanos.