Tras un debate histórico, por un cambio radical en la política social nacional que no se veía en décadas, y una votación reñida con 330 a favor y 275 en contra, la muerte asistida será legal en Inglaterra y Gales en dos años. Las divisiones en torno a este asunto se profundizan en Reino Unido entre quienes argumentan que se trata de hacer posible una muerte digna y aquellos que temen que enfermos vulnerables se vean forzados a elegir esa vía.