Mientras las tropas ucranianas se enfrentan en combate, en otro lugar los médicos forenses trabajan para identificar a los militares caídos. En ocasiones, los cuerpos quedan en el campo de batalla y son identificados, pero en otros casos son recuperados por las fuerzas rusas, por lo que pueden tardar meses o años en volver, dejando los restos irreconocibles y obligando a los forenses a utilizar métodos de identificación por ADN.
