En su primer discurso como presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró una emergencia nacional en la frontera entre el país norteamericano y México, y anunció planes para enviar tropas estadounidenses y restringir a los refugiados y el asilo, diciendo que quiere frenar la entrada ilegal y el crimen fronterizo. Las medidas siguen a una disminución en los cruces ilegales en los últimos meses.