Un nuevo incendio forestal que inició el miércoles al norte de la ciudad de Los Ángeles se extendió rápidamente a más de 3.200 hectáreas, alimentado por fuertes vientos y maleza seca. Más de 50.000 personas han sido advertidas por las autoridades y están evacuando. El presidente estadounidense, Donald Trump, emitió una orden ejecutiva para aumentar la disponibilidad de agua en el estado de California y culpó a las autoridades locales de una supuesta mala respuesta a la emergencia.