El 23 de enero de 2020, los habitantes de Wuhan fueron obligados por el Gobierno chino a aislarse del resto del mundo por la rápida propagación de un nuevo virus, que meses después terminaría aislando al mundo entero. Cinco años después, aún no hay certeza de si el Covid-19 se originó en la ciudad por los obstáculos que las autoridades han puesto a las investigaciones.