El Gobierno colombiano anunció que pasará a la ofensiva contra la guerrilla del ELN por la violencia en la empobrecida región del Catatumbo, en la frontera con Venezuela, que ha dejado al menos 60 muertos y más de 30.000 desplazados. Por esta situación, el Ejecutivo de Gustavo Petro rompió también los diálogos con el ELN, algo que ha sido interpretado como un fracaso de su política de «paz total».