Donald Trump cumple con una de sus promesas de campaña: controlar la migración irregular hacia Estados Unidos. La Casa Blanca anunció que al menos 1.500 efectivos militares serán enviados a la frontera para reforzar la seguridad de la zona. Además, la Administración republicana ordenó la suspensión del ingreso de refugiados, incluso de aquellos a quienes se les concedió este beneficio. La ampliación desde Washington con nuestra corresponsal, Natalia Cabrera.