Antes de la llegada del invierno a los Territorios Palestinos, los desplazados que huyen de las bombas israelíes y que viven en los refugios de Ciudad de Gaza comienzan a vivir los estragos de las precipitaciones. Sin las condiciones adecuadas para la temporada venidera, las inundaciones en las carpas plásticas amenazan con agravar la crisis humanitaria.