En junio pasado, Beijing hizo historia con la sonda Chang’e 6 con la que trajo a la Tierra muestras recolectadas de la cara oculta de la Luna. Con esos fragmentos, científicos de varias universidades realizaron estudios con los que hallaron basalto, lo que prueba que, en este sector del satélite, hace miles de millones de años, también había volcanes en erupción, igual que en la cara visible. Una de las razones por las que la actividad volcánica en la Luna es importante tiene que ver con que esto ayudaría a entender los orígenes del agua allí.