En el sur de Líbano, los grupos de desminados trabajan de la mano con el Ejército para encontrar artefactos explosivos escondidos entre los cultivos. Tras los bombardeos de la última guerra, las ataques a casas donde se guardaba armamento dispersaron municiones sin registro y sin activar, lo que pone en peligro a la población. Las acciones de prevención se extienden hasta las escuelas, donde trabajadores del Grupo de Asesoramiento de Minas instruyen a estudiantes para reconocer objetos peligrosos y guardar la distancia. Un informe de Ethel Bonet y Diego Ibarra Sánchez.
