El Gabinete libanés aceptó el plan propuesto por Estados Unidos para el desarme de Hezbolá, decisión que fue rechazada por el grupo chiita. La iniciativa contempla la entrega total del arsenal de la milicia al Gobierno libanés antes de que finalice el año. De igual forma, Beirut busca presionar a Israel para que cese sus ataques en territorio libanés y retire sus tropas del sur del país.
