En las calles de Gaza, sometida a más de 15 meses de intensos bombardeos y de las crueldades de la guerra, con más de 46.000 personas muertas por los ataques israelíes, estalló el júbilo tras la confirmación del acuerdo de un cese al fuego entre Israel y Hamás, pero tienen un sentimiento agridulce, pues no han podido ver a familiares de los que fueron separados, han perdido a otros en los ataques, israelíes y donde estaban sus casas ahora solo quedan escombros.