La cumbre climática en Bakú se topa con un muro por el desacuerdo entre las potencias económicas y los países en vía de desarrollo sobre la financiación de acción climática. El borrador de la propuesta estipula que las naciones pobres reciban hasta 250.000 millones de dólares por año para 2035. Pero la cantidad es considerada «demasiado costosa» por los países de mayores ingresos. En cambio, los beneficiarios y los grupos ecologistas señalan que se trata de una cantidad «muy baja».