A pocos días del inicio de la nueva Administración Trump, en Londres se siente la tensión por el impacto de la animadversión de Elon Musk contra el primer ministro británico Keir Starmer en la “relación especial” con Estados Unidos. El millonario puso en duda la idoneidad del premier laborista para el cargo, sugirió que debería estar en la cárcel y ha lanzado comentarios que enaltecen a la extrema derecha británica, como lo hizo en Alemania. ¿Qué busca Elon Musk en Londres? Análisis.