Estados Unidos impuso este viernes 10 de enero una serie de nuevas sanciones contra el petróleo y el gas rusos que podrían costarle al país miles de millones de dólares al mes, con el objetivo de reducir los ingresos de Rusia para financiar la guerra en curso en Ucrania. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, acogió con satisfacción la medida, que busca allanar el terreno hacia un acuerdo de paz.