Nicolás Maduro tomó posesión como presidente de Venezuela hasta 2031, en un acto ampliamente cuestionado y en medio de críticas, sanciones y ausencias de líderes mundiales. A la ceremonia de juramentación solamente asistieron los mandatarios de Cuba y Nicaragua. China y Rusia, aliados claves del chavismo, enviaron delegados especiales, mientras que México, Brasil y Colombia enviaron a sus embajadores.