Italia toma una nueva medida con respecto al turismo masivo, en un intento por reforzar la seguridad. Ahora, los propietarios de viviendas temporales, como Airbnb, tienen que recibir personalmente a sus inquilinos en lugar de permitirles el ingreso autónomo, además de enviar la información a la Policía. Todo para buscar combatir las amenazar terroristas, ad portas del Año del Jubileo, una celebración religiosa en la que suele aumentar el número de turistas.