A pesar de la llegada a la región de Jartum de los primeros convoyes de ayuda humanitaria desde el inicio de la guerra, Sudán sigue hundido en una de las peores crisis humanitarias del planeta. La intensificación de los enfrentamientos entre el Ejército y el grupo de paramilitares FAR, que ha causado miles de muertos, complica la entrada del apoyo humanitario.