Teherán se prepara para iniciar la cuarta ronda de negociaciones nucleares con la Administración Donald Trump, dejando en firme que su derecho al enriquecimiento de uranio no es negociable y rechazando las demandas estadounidenses de enriquecimiento cero. El enviado estadounidense Steve Witkoff enfatizó que Irán debe abandonar su programa de enriquecimiento, calificándolo de «línea roja».
