A pesar de que el flujo migratorio ha disminuido drásticamente en los últimos meses en la frontera entre México y Estados Unidos, el presidente Donald Trump autorizó a las Fuerzas Armadas a tomar el control de una franja de 18 metros en la zona. La militarización de ese tramo lo convierte en una zona militar al integrarse con otra que se extiende desde California, pasando por Arizona, hasta Nuevo México. A pesar de las medidas, los cruces en la frontera sur continúan. Nuestra corresponsal Natalia Cabrera estuvo en el lugar y nos amplió la información.
