Hace ochenta años, el 8 de mayo de 1945, mientras Francia celebraba el fin de la Segunda Guerra Mundial, se desarrolló un capítulo trágico en la Argelia colonial. En la ciudad de Sétif, una marcha pacífica autorizada por las autoridades francesas se tornó violenta cuando los manifestantes ondearon banderas argelinas y pidieron la liberación de los líderes nacionalistas. Los archivos oficiales franceses informan de 103 víctimas europeas y 1.500 argelinos muertos, mientras que otras fuentes estiman que murieron hasta 30.000 argelinos.
