El gobierno peruano, encabezado por la presidenta Dina Boluarte, ha tomado medidas decisivas tras el trágico descubrimiento de 13 mineros asesinados en la provincia de Pataz, en el noroeste del país. La producción minera en la región fue suspendida por 30 días y se impuso un toque de queda en el distrito para restablecer el orden.
