Al sur de Damasco, se encuentra la ciudad siria donde se registró la peor matanza de la guerra civil. Entre el 24 y el 26 de agosto de 2012, el Ejército asesinó a al menos 700 personas en Darayya, obligando a los civiles a cavar fosas comunes y enterrarlos sin documentar, para luego taparlas con montañas de arena y así evitar que el régimen interviniera y desapareciera las pruebas de la masacre. Nuestra enviada especial Catalina Gómez Ángel visitó esta población, donde aquellos que se quedaron recuerdan ese fatídico suceso.