
El Tribunal Supremo del Reino Unido dictaminó el miércoles que la ley británica define a una mujer como alguien que nació biológicamente de sexo femenino. Esto quiere decir que las trans ―aunque cuenten con certificado de reconocimiento de su género― no cumplen la definición de mujer en las leyes de igualdad. La decisión no tiene presentes y es recibida con consternación por quienes defienden la igualdad, pero celebrada por el gobierno por aportar claridad.