
La cancelación del permiso CBP One por parte del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos ha dejado a casi un millón de migrantes en un estado de desesperación e incertidumbre. Algunos de los solicitantes de asilo han considerado la autodeportación, generando preocupación por un posible un aumento de los retornos forzados en la frontera entre Estados Unidos y México.