
La Unión Europea celebró la pausa de 90 días decretada por EE. UU. para una parte de los aranceles a productos europeos y la consideró una oportunidad para negociar con Donald Trump. Sin embargo, debido a que varios de los gravámenes ya se están aplicando: los del 25% a acero, aluminio y automóviles europeos y los «recíprocos» al 10% durante la moratoria, el bloque advirtió contramedidas por si no se logra un acuerdo.