
Estados Unidos anunció una «pausa» de 90 días a los aranceles «recíprocos» para la mayoría de los países, pero excluyó a China, a la que castigó con un arancel del 125%. La medida llegó después de que Beijing decretara un impuesto de entrada del 84% a productos estadounidenses, Europa lanzara la primera de varias contramedidas y Canadá comenzara a aplicar sus propios castigos a las tarifas impuestas por Trump.