
El precio del oro superó los 3.128 dólares por onza en la primera semana de abril, marcando un nuevo máximo histórico en un contexto de creciente incertidumbre económica global, tensiones geopolíticas y políticas comerciales agresivas impulsadas por el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. Los inversores intentan reducir al máximo sus pérdidas y se resguardan en activos de poca volatilidad.