
Los aranceles impuestos por el presidente estadounidense no se basaron en reciprocidad ni en barreras comerciales, sino en una fórmula simple derivada del déficit bilateral de bienes. Con este cálculo, la balanza se vuelca a favor de Washington y complica las relaciones de comercio con más de 180 países a los que recae la medida. ¿De qué se trata la fórmula y por qué ha sido criticada? Le explicamos.